Miguel Romero Carmona (Puente Genil 1861 - Alcaracejos 1916).
Miguel Romero Carmona nació en Puente Genil, Córdoba, en 1861, hijo de Francisco Romero Ortiz y Rosario Carmona Cantos. Estudió en la Escuela de Veterinaria de Madrid, y ejerció esta profesión en Puente Genil, Herrera (Sevilla) y Alcaracejos (Córdoba).
A lo largo de su vida escribió muchísimas poesías, con su pueblo natal y su Semana Santa casi siempre como protagonistas. Pero también dedicó su obra a la composición de coplas para Novenas y Cultos Cuaresmales, coplas de Carnaval, habanera, etc. El único libro que llegó a publicar en vida fue el Libro de la Semana Santa, de 1911, en el que relata el transcurso de la Cuaresma y la Semana Santa de Puente Genil. En esta obra se recogen importantes poemas del autor como "El Camino del Calvario", "A las Autoridades Judaicas" y "Viernes de Dolores". El "Libro de la Semana Santa" fue reeditado en 1972, bajo el título de Libro de Miguel Romero. Otra parte de sus composiciones se conservan en Libro de la Judea.
Falleció en Alcaracejos el 20 de marzo de 1916 a la edad de 55 años, no pudiendo cumplir su deseo de descansar eternamente en su pueblo natal, como escribe en El Camino del Calvario:
morir tierra querida, morir bajo tu cielo,
y al pie del Nazareno la eternidad dormir!
Miguel Romero, El Camino del Calvario, del Libro de la Semana Santa, 1911
En el año 2005 los componentes de Schola Cantorum "Santa Cecilia" de Puente Genil decidieron rendirle homenaje y se propusieron trasladar sus restos a su pueblo natal, como no fue posible, realizaron una placa conmemorativa y la colocaron en nuestro cementerio, en un lateral de la ermita de la Magdalena y recogieron tierra del cementerio municipal, para colocarla junto a los pies del Nazareno Pontano.
El sábado pasado, 8 de mayo, algunos mojinos, por no decir pocos mojinos, tuvimos la fortuna de disfrutar de la Schola Cantorum "Santa Cecilia" en una misa cantada magistalmente por sus componentes. La Misa celebrada por el párroco de Puente Genil y dedicada a la memoria del poeta Miguel Romero, resultó todo un deleite para el oído.
Un acto sencillo pero emotivo.
Me pregunto: ¿Tal vez los mojinos deberíamos tener algún detalle con este poeta, que se quedó con nosotros para siempre?
Placa conmemorativa en el cementerio de Alcaracejos.
1 comentario:
Entre el polvo de vuestra tierra se hallan los restos de nuestro poeta. Ahora que de nuevo, al celebrar los cultos de Cuaresma, volvemos a cantar sus plegarias y coplas, la llama de su recuerdo se aviva en nuestros corazones. A través de sus poesías nuestros dos pueblos se han unido por lazos fraternales. Un fuerte abrazo a todos nuestros amigos y hermanos de Alcaracejos.
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